Para Chacay Arte el año anterior fue un muy buen año en muchos sentidos. Volvimos a Europa a descubrir nuevas culturas, y darnos cuenta de cosas muy valiosas sobre las cuales estamos comprometidos ahora para transmitir y fortalecer en cada uno de nuestros proyectos.
Nos dimos cuenta por ejemplo que no se necesita tanto el conocimiento de un idioma para poder moverse y abrirse a otras culturas. Al contrario, el echo de visitar un nuevo lugar sin su idioma hace que de alguna manera volvamos a ser niños, nos vaciemos de toda especie de preconceptos, máscara , contenido creado y que usamos y aplicamos constantemente para desarrollarnos en donde nos movemos habitualmente. En Bulgaria nos pasó eso, volvimos a ser niños, y siendo niños no solo jugas, sino también te descubrís mucho más en el otro, porque el niño tiene esa capacidad de reconocerse en la mirada del otro, capacidad que lamentablemente vamos perdiendo mucho a medida que crecemos, quizás producto de como nos van amoldando para ser un ser que busca, un ser que entiende que todo es binomio y que entiende que todo es así, y no puede ser de otra manera, porque es normal que así sea.
Ya que estamos con estos temas y reflexiones, justamente nuestro documental “ El que busca no encuentra”, está terminando lentamente de editarse para salir a viajar, y despertar estímulos en las personas. Estímulos que intentarán acercarnos más con esa energía del niño, y que nos llevarán más a estar encontrando y no buscando. Mientras, estaremos recorriendo algunas ciudades de argentina con la intención de dar charlas con esta temática.
Chacay arte es un proyecto que está feliz de vivir en este mundo que está temblando. Ser parte activa de todo este cambio y ser conscientes de que lo que más necesitamos como mundo, sea quizás algo tan simple como volcarnos a esa energía de la niñez, no solo para jugar sino para comenzar a entender que todo puede ser de otra manera.
Celebremos el arte, celebremos la vida, y nos vemos por el camino.
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